La Bodega más pequeña del mundo

La Bodega
más pequeña del mundo

La finca

Les Acàcies es una finca situada a una altitud media de 500 m. dentro del término municipal de Avinyó, en la zona al norte de la meseta del Bages.  Con un clima mediterráneo de tendencia continental, seco –húmedo, con altas variaciones térmicas. Todas nuestras viñas se encuentran en la misma finca alrededor de nuestra bodega.

Micro-vinificaciones con atención al detalle

Siendo una pequeña Bodega, elaboramos nuestros vinos mediante micro-vinificaciones en pequeñas cantidades. Esto nos permite conseguir la mejor expresión de cada variedad y su terruño y cuidar muchos detalles que a gran escala no es posible atender.

Para la crianza de las gamas AVINIUS e INSTANT DE FLOR, utilizamos barricas de roble francés. Conseguimos aportes de aromas balsámicos y especiados, muy respetuosos con las variedades de estos vinos.

Para las gamas AESTUS, DESBORDANT y OPOSITOR, utilizamos distintos tipos de depósitos de cemento, ovoides, cubos o ánfora. Los taninos son más suaves y aumentan los aromas florales.

La excelente microoxigenación que proporcionan es muy adecuada para realzar la sensación en boca, consiguiendo más untuosidad y complejidad.

Nuestros viñedos

Nuestras 11 hectáreas de viñedos están rodea­das de pinares, robles, encinas y especies arbus­tivas como los matorrales de romero y brezo, que predominan en los relieves que rodean el río Relat, que atraviesa nuestra finca:

En la finca predominan los suelos arcillosos con piedra arenisca, que dan tensión a nuestros vinos. También tenemos algunas viñas con tex­tura franca y suelos más drenados que evitan la compactación y mantienen una buena per­meabilidad. Esta variabilidad hace que poda­mos conseguir un coupage final más completo y equilibrado.

Nuestro mayor empeño está en conseguir la mejor materia prima posible, una uva de calidad suprema, y por eso dedicamos esfuerzos y cui­dados en mantener el mejor equilibrio entre los recursos naturales y la productividad de la vid, con la mínima intervención de labores o agentes externos a su propia naturaleza.

Para ello, estructuramos el suelo de los viñe­dos con cubiertas vegetales, que arraigan sub­terráneamente y aportan materia orgánica muy beneficiosa para nuestros suelos.

Fertilizamos mediante preparados home­opáticos, a partir de plantas y flores, muchas de ellas recogidas en nuestra propia finca, y medi­ante cultivos que hacemos a base de mezclas de sustancias minerales, vegetales y animales que, expuestas a las fuerzas naturales, nos ofrecen un retorno rico en nutrientes para nuestros suelos.